Es el fic que estoy colgando en fanfiction, solo que ira con un capi de retraso en cuanto a fanfiction xDD. ya me direis que os parece, aunque algunas ya lo leyeron (al menos parte xD)
..:: COMO LA VIDA MISMA ::..
Es sorprendente como pasa el tiempo, aunque hablando así parezco mayor de lo que soy…Pero la verdad es que parece que fue ayer cuando empecer a estudiar en la Hyotei…y ya han pasado casi 5 años.
Hacia poco que me había mudado a Japón y allí me encontraba, parada en la verja de la entrada de la Hyotei para tramitar los papeles y ser oficialmente una alumna más.
Recuerdo que me había costado bastante a decidirme a cruzar aquella dichosa verja. Aún estaba cabreada, cabreada con mis padres y la inestabilidad que me habían dado. Mi madre, de origen español, y mi padre, de origen italiano, se conocieron siendo muy jóvenes en un viaje que hiciera mi progenitor a España. Vamos, el típico amor veraniego. Lo gracioso es que pocos años después se reencontraron, surgió la chispa y, en un acto inconsciente del que suelen tener ellos, decidieron casarse. ¿Cosas del destino? No, lo que pasa es que siempre han sido un poco inmaduros.
En fin, decidieron fijar la residencia en Italia y al cabo de pocos años nací yo, Noa Van Tussel, para llenar aún más si de amor, si eso era posible, a aquel matrimonio. Pero, como no es oro todo lo que reluce, cuando yo tenía 2 años decidieron divorciarse porque no estaban hechos para el matrimonio. Así que mi madre se volvió a España, mi padre se quedo en Italia y para mi empezó un sin fin de idas y venidas.
Se supone que la custodia la tenia mi madre y que me tocaba estar con mi padre en vacaciones, pero no, lo que paso es que cuando uno se aburría de mi se lo pasaba al otro y viceversa, parecía un juguete en manos de unos niños pequeños. Y mientras continuaban mis idas y venidas, mi padre volvió a casarse y se traslado a Londres; cabe mencionar que se llevo también a su amante; y un año después deje de ir a junto suya.
Creo que la vida que llevé cuando me quede sola con mi madre fue peor que todos los viajes y desplantes que sufrí cuando andaba a caballo entre Italia y España, aunque debo darle las gracias solo por una cosa, aprendí varios idiomas, bueno, también vi mundo.
La historia de mi madre con los hombres seguía siempre el mismo patrón: se enamoraba de un hombre preferiblemente extranjero y de buena posición económica; creo que en eso mi madre es un scanner viviente; se iba con él a su país llevándome a mi de remolque y, cuando ellos se cansaban de ella, volvíamos a España y a mi me tocaba aguantar sus reproches, como si la culpa hubiese sido mía.
A los 12 años me entere de que uno de mis primos, el único que realmente se ha preocupado siempre por mí, se mudaba a Japón por motivos de trabajo. Decidí estudiar japonés para poder irme con él y asentarme en un sitio fijo, así que añadí el japonés a mi lista de idiomas que consistía en: Español, Italiano e Ingles de forma fluida, y Francés y Alemán de aquella manera.
Y con 15 años ahí estaba yo, en Japón, con mi primo como tutor legal y a las puertas de la Hyotei y sin decidirme a entrar.
Al final suspiré resignada por lo contradictoria que puedo llegar a ser yo a veces; mis amigos me recuerdan siempre que tengo un carácter difícil de descifrar; me dirigí dispuesta a entrar en el hall de la academia he ir a secretaria y a dirección para lo de mi ingreso.
Mientras me dirigía hacia mi destino escuche como un grupo de chicas, algunas vestidas con uniforme de tenis, alababan el atractivo de los titulares del equipo masculino. Decidí no prestar atención a lo que farfullaban, en aquel instante, el tenis no me interesaba en absoluto.
Después de una hora de charla con el director de la que no recuerdo nada, debió de ser un autentico tostón, Salí de allí en dirección a mi casa, pero antes de abandonar el recinto de la escuela, decidí echarle un nuevo vistazo al edificio. La verdad es que tenía una pinta de prestigioso que tiraba para atrás.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Abrí la puerta de aquel apartamento sin muchos ánimos
- ¿Ya has arreglado los papeles? Lo cierto es que has tardado mucho- Mi primo Christopher me recibió con una sonrisa, dios mío, estaba el mas nervioso de tenerme allí de lo que lo estaba yo misma.
- Si, lo siento- Le conteste mientras cerraba la puerta como si me diera pereza el hacerlo- Chris…
- Dime.
- No hace falta que vengas a recibirme cada vez que entro casa y coincide que también estas tu.
- Vaya, lo siento, jeje…
- “Tampoco hace falta que te disculpes”
- ¿Te has defendido bien con el idioma? Al principio cuesta entenderles todo a la primera, pero con el tiempo te acostumbras y ya no hay ningún problema.
- Creo que me defendí bastante bien, pero el sitio parece ser de los mejores que hay, pensé que iría a un instituto normalillo.
-¿A uno normalillo? No se porque pensaste eso.
- Ya ves… “Si, también, menudas cosas pienso ¬¬”
La verdad es que el tío era directivo de una empresa importante y su sueldo no era poca cosa, aún así, vivía en un apartamento cutre, realmente cutre, pero yo no me quejaba, mejor eso que nada, pero aún así no lo entendía. Después de darme un buen baño relajante y cenar, me fui directa a cama, necesitaba descansar para empezar al día siguiente las clases.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
¿Nunca habéis odiado el ruido del despertador? Yo durante toda la vida. Siempre lo estampo contra la pared en vez de apagarlo, la media esta en uno nuevo cada 15 días más o menos, depende de la calidad del mismo.
Me levanté, me di una ducha, me puse el uniforme de la escuela, ordene la habitación y me dirigí a la cocina dispuesta a desayunar.
- Vaya, hay una nota en la mesa. A ver…”Me he ido a trabajar”…Hombre, no hace falta que dejes notas…
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Odiaba aquel momento con una intensidad indescriptible, yo allí, escribiendo mi nombre en la pizarra con el tutor al lado y todos mis futuros compañeros radiografiándome con la mirada.
- Bien alumnos, desde hoy ella será vuestra nueva compañera, viene desde América y espero que la tratéis bien, pero mejor que se presente ella, adelante Van Tussel.
Mire al profesor con cara de “¿Realmente es necesario?”, pero él solo me miraba con una expresión que decía “Hazlo”, así que lo hice.
- Me llamo Noa Van Tussel y soy de origen italo-español, mucho gusto- Hice una pequeña reverencia y me quedé allí sin decir nada más. Mire a mis compañeros a los que se les notaba que se habían quedado con ganas de más, y luego, dirigí mi mirada hacia el profesor para confirmarle, de alguna forma, que había acabado y que podía indicarme mi sitio a ocupar en la clase.
-Bien Van Tussel, puedes ocupar el pupitre que está al lado de Ootori- Me señaló un pupitre situado casi al fondo de la clase y al lado de la ventana, tuve suerte, siempre me han encantado esos sitios.
Me dirigí a mi sitio mientras mis compañeros me miraban furtivamente. Cuando llegue a la altura de mi pupitre, mi compañero de al lado me dedico una sonrisa, recuerdo que pensé “Parece un chico agradable” y debí de quedarme con esa impresión porque acabo convirtiéndose en mi mejor amigo.
Dieron comienzo las clases, clases en las que yo me perdía cada dos por tres, no se si es que ellos iban muy rápido o es que mi cerebre procesaba lentamente. Cuando comencé a cogerle el ritmo a las clases, el timbre que indicaba la hora de descanso comenzó a sonar. Me estire en mi asiento mientras la mayoría de mis compañeros cogían su almuerzo y salían de clase.
- Van Tussel, ¿te apetece que comamos juntas?
- Vale, por mi está bien- Yanami Kairi se sentaba delante mía. Fue la primera persona que me hablo aquel día. Me sonreía abiertamente, pero cuando acepte su propuesta, irradiaba tal felicidad que creí que me dejaría ciega.
- ¡¡Kya!! Que bien, la verdad es que pensé que dirías que no. Coge tu almuerzo o llegaremos tarde.
- ¿Eh? ¿Por qué? ¿No vamos a almorzar aquí?
- Claro que no- Me puso cara de consternada, ni que fuera un delito comer en las aulas, aunque bueno, a lo mejor en la Hyotei lo era- A esta hora los miembros del club de tenis masculino tienen una mini sesión de entrenamiento.
- Ahm…
- No pongas esa cara Van Tussel- Miro su reloj y me espeto un grito que casi me deja sorda-¡¡Kya, es tardeee!!
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¿En serio eso era el club de tenis de un instituto? Por lo menos allí debería de haber… ¿Cuántos? ¿Unos 200 alumnos? Increíble…
- Quien logre ser capitán del equipo es que debe de ser un gran tenista.
-¿Te ha sorprendido la cantidad de miembros que hay? Jeje, la verdad es que tienes razón, además, asegurarse la titularidad no es nada fácil. Sakaki-sensei es muy estricto, si uno de los titulares pierde un partido, se le relega del puesto.
- ¿Sakaki-sensei?
- Si, ese de allí- Kairi me señala a un hombre de mediana edad y rostro impasible- Tan bien es nuestro profesor de música- Mire a Kairi sorprendida para luego dirigir mi mirada hacia Sakaki-sensei .
- “Espero que no sea tan poco indulgente dando clases” por cierto Kairi, ¿estas aquí buscando a alguien en concreto o es que te gusta realmente el tenis?
Yo mantenía mi vista al frete, no necesitaba ver a mi compañera para saber que se acababa de poner roja como un tomate.
- No…No se de porque lo dices, vengo por el tenis naturalmente- Y eso me lo decía una persona que no paraba de examinar minuciosamente las pistas donde estaba todo aquel “ejército” entrenando- ¡¡Ah!! Lo encont…¡¡No dije nada!!
- “Que gran verdad eso de que por la boca muere el pez” ¿A quién encontraste?
Kairi me señalo a una de las pistas del fondo, me pregunto si pensaba que yo era adivina, porque anda que no había gente allí. Debió de notar lo que estaba pensando porque no tardo en decirme la identidad de la persona a la que buscaba.
- Choutarou, esta allí, al lado de la cesta con las pelotas- Dirigí mi vista hacia allí- Grr y esta con Shishido-senpai.
- Choutarou…- Mire con detenimiento y fije la vista en el susodicho- ¿Te refieres a Ootori-kun?
- Claro, ¿de quien más iba a estar hablando?
-“Y yo que se, no sabia que se llamaba Choutarou ¬¬” Yanami, ¿estas celosa del senpai?- La mire con sorna.
- ¡¡¡Nooo!!!- Vi como la cara de Kairi iba pasando por distintas tonalidades de rojo: rojo gamba; rojo manzana; rojo tomate; rojo langosta…
Me reí por lo bajo
- “Es bastante divertida, mira que estar celosa del senpai por ser amigo del chico que le gusta”
Estuvimos un tiempo mirando como los chicos, o el ejército que era como les llamaba yo, entrenaban. Permanecimos en silencio hasta que note como Kairi cambiaba la expresión de su cara por la que se pone cuando se te viene una idea a la cabeza y espere a que surgiera la típica frase que suele venir después, como un “¡¡Ya lo tengo!!” o algo así. Pero la expresión no llegaba…Igual fueron imaginaciones mías, aunque ella seguía con la misma cara…Aun así, decidí centrarme de nuevo en los entrenamientos.
-¡¡Ya lo tengo!!
¡Dios! Me pego un susto que casi hace que se me saliera el corazón por la boca. Estaba claro que a la mente de Kairi le costaba procesar sus propias ideas
- Van Tussel, ¿saber jugar al tenis?
- “¿Y eso a que viene?”- Ahí la lenta fui yo, si debería haberlo visto venir- Nunca he practicado ningún deporte, pero no tiene pinta de ser difícil, solo hay que darle a la pelota con la raqueta “Como si estuvieras matando moscas” ¿Por qué?- Uuuyyy, aquella sonrisa no me estaba gustando un pelo…
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Tenía pensado utilizar aquel fin de semana para conocer un poco la zona, hacer los deberes de clase o simplemente, para no hacer nada. Nunca se me habría pasado por la cabeza pasarlo comprando todo lo necesario para poder practicar tenis.
Y tanto que aquella sonrisa no me gustaba nada, pero lo que vino a continuación me gusto aun menos.
- ¡¡Vamos a apuntarnos al club de tenis femenino Van Tussel!!
- “¿Vamos? ¿Apuntarnos? ¿Nos?... Espera… ¡¿Yo también?!”- Mi mente acababa de entrar en shock y no daba asimilado aquel “Vamos” ni aquel “nos”…- Esta bien que tu quieras apuntarte si te gusta el tenis pero…
-No me apunto porque me guste el tenis, sino por Choutarou- Eso si que no lo entendía, ¿se estaba apuntando a tenis por un chico?, o al menos, eso pretendía…- ¿No lo entiendes Van Tussel?- Se me debía de notar mucho el “no”- Él practica tenis y si yo practico tenis también… ¡Tengo mas posibilidades de que se fije en mí!
-“¿Y si él se tira de un puente tu iras detrás?” ¿Y por qué tengo que ir yo también?
-Porque no quiero ir sola y además puede que te ligues a algún titular
- “No, gracias ¬¬…”
Menuda forma tuvo de arrastrarme y todo porque que Choutarou se fijara más en ella. Suspire, suspire tanto por lo que acababa de recordar como por lo caras que costaban las raquetas que observaba en aquellos instantes. Ya tenía las zapatillas, la falda, la polera, las pelotas… Solo me faltaba la raqueta. Si todo lo anterior ya me había costado una pasta, la raqueta no se iba a quedar atrás.
-¿En serio te has apuntado al club de tenis?- Aquella cena no acababa nunca. Un bocado y me preguntaba, se paraba a pensar y volvía a empezar: bocado; pregunta; pararse a pensar…
- Si – A esas alturas, había decidido que lo mejor era contestarle con monosílabos, escuetos y fáciles de entender. Pero parecía que en su caso no era así. ¿Tan difícil era de creer lo que le dije? “Me he apuntado al club de tenis”.
- ¿Al club de tenis? – Vale, al parecer si era difícil de creer…
- Ya te he dicho mil veces que si
- Pero… ¿Has practicado alguna vez el tenis?
- No
- … Bien, voy a generalizar la pregunta… ¿Has practicado alguna vez algún deporte?
- No, nunca.
- Y te has apuntado a tenis…
- Es una historia muy larga “No me apetece contar como me arrastro por medio instituto para que al final rellenara la dichosa hoja de inscripción ¬¬” – Chris seguía mirándome como si estuviera viendo un fantasma, aunque no me extrañaba en absoluto.
- Supongo que necesitaras dinero. Aun así… Sigo sin entenderlo…
Entender tampoco lo entendía yo. No entendía que iba a hacer yo en el club de tenis, ni entendía tampoco que narices hacía yo debatiéndome entre dos raquetas porque no sabia cual comprar.
- ¿Van Tussel? –Me giré hacia la voz y allí estaba él, Ohtori Choutarou, aquel que sin comerlo ni beberlo había sido el detonante de que aquella chalada decidiera apuntarse al club de tenis y arrastrarme a mí con ella.
- Ohtori, que sorpresa – Y tanto, la verdad es que no esperaba encontrarme con nadie, y mucho menos con él.
- Pues si… - ¿Me lo parecía a mi o estaba nervioso?, Señalo a una de mis manos- ¿Quieres que te ayude a elegir una raqueta?- Asentí, era mejor que me dejara aconsejar a esperar a que yo misma me decidiera por una. Estaba claro que si lo llego a dejar en mis manos no salía de allí en todo el día.
Al final, gracias a su ayuda, acabe eligiendo una raqueta totalmente blanca, bueno vale, en realidad la escogió él.
- Creo que es la que mejor va contigo- Aquello si que me sorprendió, no entendía como aquella raqueta completamente blanca era la que mejor iba conmigo… ¿Seria como esas cosas de agenciar un color al aura y todo eso? Solo que en versión raquetas…
- “No se yo si no me pegaría más una gris o una negra… debería revisarse esa vista ¬¬”
Decidí dejar aparcado aquel comentario en alguna parte de mi memoria y me dirigí al mostrador para pagar la raqueta, que la verdad, barata precisamente no era, cosa que me hizo teorizar mentalmente sobre porque los ricachones se les iban los ojos (y las manos también) a las cosas caras y en cambio a las personas de a pie se nos da por ir a varios supermercados para comprobar precios y ver donde está más barato, por lo tanto, la compra que se puede hacer toda de un tirón, se acaba haciendo en 20 viajes para comprar 4 cosas mal contadas…
No se que tipo de cara debí poner, pero volví a la Tierra cuando Choutarou posó una de sus manos en mi hombro.
- ¿Estas bien Van Tussel? – Asentí, no era plan el contestarle “Si, pero estaba pensando en lo mal repartido que está el mundo”. Salimos de la tienda, mire mi reloj, aún era temprano para ir a casa, además Chris me había dicho que si podía regresar tarde mejor, que tenia trabajo atrasado y que tenia que centrarse… A mi eso me sonaba un tanto sospechoso…
Mire a mi compañero, él también estaba absorto mirando el reloj.
- Hmm, van Tussel… ¿Tienes algo que hacer?
- Pues no, la verdad es que no tengo que hacer nada en especial, solo tengo que hacer tiempo para ir a casa porque aún es un poco temprano “Fijo que Chris esta “comenzando” a trabajar ¬¬”
- ¿Te apetece ir a tomar algo?- Choutarou estaba completamente rojo y el hecho de que yo lo estuviera viendo con cara de sorprendida no le ayudaba mucho, más bien, todo lo contrario…- Eh… Bueno…
- Claro, ¿Por qué no?- Al menos así el tiempo se me pasaría de otra forma y él pareció alegrarse de una contestación positiva de mi parte.
Durante el camino tuve la constante sensación de que alguien nos observaba pero decidí no darle importancia y así no volverme una paranoica en potencia, que para eso siempre hay tiempo.
Caminamos durante un rato, rato en el que la sensación de que me observaban no desaparecía y así llegamos a un pequeño café. Tenía una gran cristalera y se podía ver el interior que parecía bastante acogedor aunque un poco retro, al menos a mí me gustaba igual. Al lado del ventanal e impreso de forma horizontal en la pared estaba el nombre de aquel café, “Mary´s Cafe”, original donde los haya…
- Aunque es pequeño es acogedor y el ambiente es bastante familiar, yo vengo a menudo.
- ¿Vives cerca de aquí?
- Si, a dos manzanas más o menos
- ¿En serio? “¿Vive en una de esas CASAS?”. Pues yo vivo en los apartamentos que están 4 calles más abajo
- ¿En esos apartamentos?- Aunque intentaba disimularlo, lo cierto es que las dotes interpretativas de Choutarou se podrían calificar como nulas, así que su asombro se le notaba a distancia.
- Si, “Siento que mi primo sea tan agarrado ¬¬” oye ¿entramos o nos quedamos aquí de adorno?
Entramos y nos sentamos en una mesa justo al lado de aquel enorme ventanal. Apenas había gente lo que lo convertía en un sitio ameno y en que sentirse a gusto, eso o que a mi me suelen gustar los sitios poco aglomerados. Poco después de haber tomado asiento se acerco una mujer de unos treinta y pocos, de apariencia bonachona y con una sonrisa agradable dibujada en la cara. Llevaba su melena, de un color rubio oscuro en el que se distinguían algunas mechas de una tonalidad más clara, suelta y con una ligera ondulación en las puntas que le hacía tener una apariencia más fresca y juvenil. Era la única que no llevaba el uniforme, que constaba de un pantalón negro y una camisa roja con el logotipo del café. Así que hice uso de mi lógica aplastante y deduje que debería ser la dueña del local.
Choutarou se pidió un refresco y yo opte por un café. Nos trajeron nuestras consumiciones sin demorarse demasiado, le di un sorbo a mi café y observe como mi acompañante bebía su refresco. La verdad es que no estaba nada mal, físicamente era bastante atractivo, Kairi no tenia mal gusto, eso había que reconocerlo. Me quedé embobada viendo para él y para cuando me di cuenta el pobre estaba colorado… otra vez.
- Lo siento, se me fue el santo al cielo
- No pasa nada…- Claro que no pasaba nada, solo se había puesto colorado por enésima vez, es lo malo que tiene Choutarou, que a causa de su timidez le sacas los colores a la mínima, pero también es parte de su encanto. Pocos minutos después las tornas se cambiaron, ahora era él el que me miraba, o eso intentaba, porque desviaba la vista a la mínima de cambio, se le notaba a la legua que quería preguntarme algo, así que decidí darle yo misma la confianza para hacerlo.
- Puedes preguntarme lo que quieras sin problemas “No muerdo…aún ¬¬”- Tome otro sorbo de mi café y el esbozo una sonrisa.
- No...no sabia que te gustaba el tenis Van Tussel- La verdad es que nunca imagine que empezara a preguntar por ahí, así que supuse que estaba allanando el terreno.
- “Ni yo tampoco…” La verdad es que fue idea de Yanami
- ¿De Kairi?
- “Con que Kairi… interesante” Si, se quiso apuntar y me pidió que lo hiciera yo también, “mas bien me arrastro ¬¬”
- No sabía que le gustase el tenis…
- “Ya, ya, el tenis…¬¬”
- En secundaria nunca practico tenis, creo que ni siquiera le interesaba…
-¿La conoces desde secundaria?- Asintió. La verdad es que eso no me lo esperaba para nada…- “Es una atracción con solera… pero ¡¿En donde me he metido yo?!”
- Esto… Van Tussel, ¿Os…
- Deja de llamarme Van Tussel, llámame Noa, prefiero que me llames así
- ¿Eh? Bueno, vale… Van ¡¡Noa!!
-¡Di-Dime! “¿Por qué grita este?”- El pobre parecía haber hecho un gran esfuerzo por llamarme por mi nombre, porque hasta suspiro…
- ¿Os habéis mudado a Japón por trabajo?
- “¿Os?.. No hay ningún os, por suerte…creo” En realidad he venido yo sola. Estoy viviendo en casa de mi primo…Además dudo que mis padre se hayan enterado…no les dije que me iba… aunque a mi madre algo le había comentado hace años…
-¿Eh?- El último párrafo que le había soltado apenas había sido audible, era cierto que le había dado pie a preguntarme cualquier cosa, pero también era verdad que no me gustaba hablar mucho de mi misma, y menos de mis progenitores.
- Nada… olvídalo- Otra cosa que tiene Choutarou a su favor es que sabe cuando no debe insistir, así que llevo la conversación a temas mas triviales, cosa que le agradecí internamente.
Choutarou se empeño en pagar las consumiciones y en acompañarme a casa, aunque el vivía más cerca que yo y, aunque me negué, me hizo caso omiso y me acompaño igualmente.
Mientras caminábamos por la calle, volví a sentirme observada, aquella sensación me ponía realmente nerviosa…
No tardamos mucho en llegar al cutre complejo de apartamentos en los cuales yo vivía
- Gracias por acompañarme Ohtori
- No hay de que, nos vemos en clases
Empecé a subir las escaleras cuando Choutarou me llamo
- ¡Noa, llámame tu también por mi nombre!
No pude evitar esbozar una sonrisa.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Seguí subiendo las escaleras y cuando estaba llegando a mi rellano casi tropiezo y me caigo
- Estas escaleras son un peligro público ¬¬
Me dirigí a la puerta de casa y cuando estaba buscando la llave alguien abrió la puerta. Me encontré frente a una mujer de aproximadamente la edad de mi primo, quizás algo más joven, que me miraba sorprendida.
- “He aquí el “trabajo atrasado” de Chris ¬¬”
- … Yo… tengo que irme- La mujer paso al mi lado como un bólido dirección a las escaleras, no se porque me dio la impresión de que la velada no había salido muy bien y que el haberse encontrado conmigo a la salida la había dejado aun más descolocada.
- ¡Oye, ten cuidado con las escaleras que son un peligro! O eso creo… En fin…
Entré en el apartamento y cerré la puerta, me gire y me encontré con mi primo, que tenia la misma expresión que tendría un marido infiel que acaba de ser pillado in fraganti por su esposa.
- Has llegado un poco temprano…
- Ya… temprano…
- Oye, no me mires así que todo esto tiene una su explicación…
- Bien por ti, porque a mi tu vida sexual no me interesa lo más mínimo “Ni que fuera tu mujer ¬¬” Solo espero que pudieras terminar sin problemas tu “trabajo”
- ¿No decías que mi vida sexual no te interesaba?
- Que pervertido eres… yo que te estaba hablando de trabajo…
Me senté en la mesa mientras mi primo se acordaba de toda mi familia por lo bajo, Al poco se vino a hacerme compañía.
- Bueno, ya llevas aquí mas o menos una semana, ¿Qué tal lo llevas?
-¡¿Solo una semana?!
- ¿Tan mal lo estas llevando?
- Hmmm, es que no llevo ni un mes aquí y una loca me ha arrastrado al club de tenis
- Bueno…tú te dejaste llevar…
-Y aun por encima ni siquiera le interesa el tenis, sino uno del club masculino, que además es compañero de clase y para rematarlo el tío es amable hasta decir basta, ¡hasta me eligió el la raqueta!
- Noa, ¿has tomado café?
- Incluso me invito a tomar algo y me acompaño a casa, ¡¡Argg!! Esto es muy complicado
- Como la vida misma
- Y en todo el tiempo que estuve con él note como si me estuvieran observando y para rematar, casi me mato por las escaleras. Esto es increíble…
- …Como la vida misma…
-¿Quieres dejar de repetir lo mismo? Que es, ¿La frase del día o que?
- Noa…
- Dime
- En serio, no insistas en tomar café
-… No salio bien el “trabajo” ¿eh?
-…Sin comentarios
- “Lo sabia ¬¬”
----------------------------------------------------------------------
Por cierto Starian, en el proximo capitulo aparece tu personaje de Haruka, te había pedido permiso hace ya un tiempo, espero que no te importe^^