Como la vida misma, Fic PoT

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Holic
view post Posted on 10/8/2007, 21:16




Es el fic que estoy colgando en fanfiction, solo que ira con un capi de retraso en cuanto a fanfiction xDD. ya me direis que os parece, aunque algunas ya lo leyeron (al menos parte xD)

..:: COMO LA VIDA MISMA ::..


Es sorprendente como pasa el tiempo, aunque hablando así parezco mayor de lo que soy…Pero la verdad es que parece que fue ayer cuando empecer a estudiar en la Hyotei…y ya han pasado casi 5 años.
Hacia poco que me había mudado a Japón y allí me encontraba, parada en la verja de la entrada de la Hyotei para tramitar los papeles y ser oficialmente una alumna más.
Recuerdo que me había costado bastante a decidirme a cruzar aquella dichosa verja. Aún estaba cabreada, cabreada con mis padres y la inestabilidad que me habían dado. Mi madre, de origen español, y mi padre, de origen italiano, se conocieron siendo muy jóvenes en un viaje que hiciera mi progenitor a España. Vamos, el típico amor veraniego. Lo gracioso es que pocos años después se reencontraron, surgió la chispa y, en un acto inconsciente del que suelen tener ellos, decidieron casarse. ¿Cosas del destino? No, lo que pasa es que siempre han sido un poco inmaduros.
En fin, decidieron fijar la residencia en Italia y al cabo de pocos años nací yo, Noa Van Tussel, para llenar aún más si de amor, si eso era posible, a aquel matrimonio. Pero, como no es oro todo lo que reluce, cuando yo tenía 2 años decidieron divorciarse porque no estaban hechos para el matrimonio. Así que mi madre se volvió a España, mi padre se quedo en Italia y para mi empezó un sin fin de idas y venidas.
Se supone que la custodia la tenia mi madre y que me tocaba estar con mi padre en vacaciones, pero no, lo que paso es que cuando uno se aburría de mi se lo pasaba al otro y viceversa, parecía un juguete en manos de unos niños pequeños. Y mientras continuaban mis idas y venidas, mi padre volvió a casarse y se traslado a Londres; cabe mencionar que se llevo también a su amante; y un año después deje de ir a junto suya.
Creo que la vida que llevé cuando me quede sola con mi madre fue peor que todos los viajes y desplantes que sufrí cuando andaba a caballo entre Italia y España, aunque debo darle las gracias solo por una cosa, aprendí varios idiomas, bueno, también vi mundo.
La historia de mi madre con los hombres seguía siempre el mismo patrón: se enamoraba de un hombre preferiblemente extranjero y de buena posición económica; creo que en eso mi madre es un scanner viviente; se iba con él a su país llevándome a mi de remolque y, cuando ellos se cansaban de ella, volvíamos a España y a mi me tocaba aguantar sus reproches, como si la culpa hubiese sido mía.
A los 12 años me entere de que uno de mis primos, el único que realmente se ha preocupado siempre por mí, se mudaba a Japón por motivos de trabajo. Decidí estudiar japonés para poder irme con él y asentarme en un sitio fijo, así que añadí el japonés a mi lista de idiomas que consistía en: Español, Italiano e Ingles de forma fluida, y Francés y Alemán de aquella manera.
Y con 15 años ahí estaba yo, en Japón, con mi primo como tutor legal y a las puertas de la Hyotei y sin decidirme a entrar.
Al final suspiré resignada por lo contradictoria que puedo llegar a ser yo a veces; mis amigos me recuerdan siempre que tengo un carácter difícil de descifrar; me dirigí dispuesta a entrar en el hall de la academia he ir a secretaria y a dirección para lo de mi ingreso.
Mientras me dirigía hacia mi destino escuche como un grupo de chicas, algunas vestidas con uniforme de tenis, alababan el atractivo de los titulares del equipo masculino. Decidí no prestar atención a lo que farfullaban, en aquel instante, el tenis no me interesaba en absoluto.
Después de una hora de charla con el director de la que no recuerdo nada, debió de ser un autentico tostón, Salí de allí en dirección a mi casa, pero antes de abandonar el recinto de la escuela, decidí echarle un nuevo vistazo al edificio. La verdad es que tenía una pinta de prestigioso que tiraba para atrás.

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Abrí la puerta de aquel apartamento sin muchos ánimos

- ¿Ya has arreglado los papeles? Lo cierto es que has tardado mucho- Mi primo Christopher me recibió con una sonrisa, dios mío, estaba el mas nervioso de tenerme allí de lo que lo estaba yo misma.
- Si, lo siento- Le conteste mientras cerraba la puerta como si me diera pereza el hacerlo- Chris…
- Dime.
- No hace falta que vengas a recibirme cada vez que entro casa y coincide que también estas tu.
- Vaya, lo siento, jeje…
- “Tampoco hace falta que te disculpes”
- ¿Te has defendido bien con el idioma? Al principio cuesta entenderles todo a la primera, pero con el tiempo te acostumbras y ya no hay ningún problema.
- Creo que me defendí bastante bien, pero el sitio parece ser de los mejores que hay, pensé que iría a un instituto normalillo.
-¿A uno normalillo? No se porque pensaste eso.
- Ya ves… “Si, también, menudas cosas pienso ¬¬”
La verdad es que el tío era directivo de una empresa importante y su sueldo no era poca cosa, aún así, vivía en un apartamento cutre, realmente cutre, pero yo no me quejaba, mejor eso que nada, pero aún así no lo entendía. Después de darme un buen baño relajante y cenar, me fui directa a cama, necesitaba descansar para empezar al día siguiente las clases.

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¿Nunca habéis odiado el ruido del despertador? Yo durante toda la vida. Siempre lo estampo contra la pared en vez de apagarlo, la media esta en uno nuevo cada 15 días más o menos, depende de la calidad del mismo.
Me levanté, me di una ducha, me puse el uniforme de la escuela, ordene la habitación y me dirigí a la cocina dispuesta a desayunar.
- Vaya, hay una nota en la mesa. A ver…”Me he ido a trabajar”…Hombre, no hace falta que dejes notas…

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Odiaba aquel momento con una intensidad indescriptible, yo allí, escribiendo mi nombre en la pizarra con el tutor al lado y todos mis futuros compañeros radiografiándome con la mirada.
- Bien alumnos, desde hoy ella será vuestra nueva compañera, viene desde América y espero que la tratéis bien, pero mejor que se presente ella, adelante Van Tussel.
Mire al profesor con cara de “¿Realmente es necesario?”, pero él solo me miraba con una expresión que decía “Hazlo”, así que lo hice.
- Me llamo Noa Van Tussel y soy de origen italo-español, mucho gusto- Hice una pequeña reverencia y me quedé allí sin decir nada más. Mire a mis compañeros a los que se les notaba que se habían quedado con ganas de más, y luego, dirigí mi mirada hacia el profesor para confirmarle, de alguna forma, que había acabado y que podía indicarme mi sitio a ocupar en la clase.
-Bien Van Tussel, puedes ocupar el pupitre que está al lado de Ootori- Me señaló un pupitre situado casi al fondo de la clase y al lado de la ventana, tuve suerte, siempre me han encantado esos sitios.
Me dirigí a mi sitio mientras mis compañeros me miraban furtivamente. Cuando llegue a la altura de mi pupitre, mi compañero de al lado me dedico una sonrisa, recuerdo que pensé “Parece un chico agradable” y debí de quedarme con esa impresión porque acabo convirtiéndose en mi mejor amigo.
Dieron comienzo las clases, clases en las que yo me perdía cada dos por tres, no se si es que ellos iban muy rápido o es que mi cerebre procesaba lentamente. Cuando comencé a cogerle el ritmo a las clases, el timbre que indicaba la hora de descanso comenzó a sonar. Me estire en mi asiento mientras la mayoría de mis compañeros cogían su almuerzo y salían de clase.
- Van Tussel, ¿te apetece que comamos juntas?
- Vale, por mi está bien- Yanami Kairi se sentaba delante mía. Fue la primera persona que me hablo aquel día. Me sonreía abiertamente, pero cuando acepte su propuesta, irradiaba tal felicidad que creí que me dejaría ciega.
- ¡¡Kya!! Que bien, la verdad es que pensé que dirías que no. Coge tu almuerzo o llegaremos tarde.
- ¿Eh? ¿Por qué? ¿No vamos a almorzar aquí?
- Claro que no- Me puso cara de consternada, ni que fuera un delito comer en las aulas, aunque bueno, a lo mejor en la Hyotei lo era- A esta hora los miembros del club de tenis masculino tienen una mini sesión de entrenamiento.
- Ahm…
- No pongas esa cara Van Tussel- Miro su reloj y me espeto un grito que casi me deja sorda-¡¡Kya, es tardeee!!

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¿En serio eso era el club de tenis de un instituto? Por lo menos allí debería de haber… ¿Cuántos? ¿Unos 200 alumnos? Increíble…
- Quien logre ser capitán del equipo es que debe de ser un gran tenista.
-¿Te ha sorprendido la cantidad de miembros que hay? Jeje, la verdad es que tienes razón, además, asegurarse la titularidad no es nada fácil. Sakaki-sensei es muy estricto, si uno de los titulares pierde un partido, se le relega del puesto.
- ¿Sakaki-sensei?
- Si, ese de allí- Kairi me señala a un hombre de mediana edad y rostro impasible- Tan bien es nuestro profesor de música- Mire a Kairi sorprendida para luego dirigir mi mirada hacia Sakaki-sensei .
- “Espero que no sea tan poco indulgente dando clases” por cierto Kairi, ¿estas aquí buscando a alguien en concreto o es que te gusta realmente el tenis?
Yo mantenía mi vista al frete, no necesitaba ver a mi compañera para saber que se acababa de poner roja como un tomate.
- No…No se de porque lo dices, vengo por el tenis naturalmente- Y eso me lo decía una persona que no paraba de examinar minuciosamente las pistas donde estaba todo aquel “ejército” entrenando- ¡¡Ah!! Lo encont…¡¡No dije nada!!
- “Que gran verdad eso de que por la boca muere el pez” ¿A quién encontraste?
Kairi me señalo a una de las pistas del fondo, me pregunto si pensaba que yo era adivina, porque anda que no había gente allí. Debió de notar lo que estaba pensando porque no tardo en decirme la identidad de la persona a la que buscaba.
- Choutarou, esta allí, al lado de la cesta con las pelotas- Dirigí mi vista hacia allí- Grr y esta con Shishido-senpai.
- Choutarou…- Mire con detenimiento y fije la vista en el susodicho- ¿Te refieres a Ootori-kun?
- Claro, ¿de quien más iba a estar hablando?
-“Y yo que se, no sabia que se llamaba Choutarou ¬¬” Yanami, ¿estas celosa del senpai?- La mire con sorna.
- ¡¡¡Nooo!!!- Vi como la cara de Kairi iba pasando por distintas tonalidades de rojo: rojo gamba; rojo manzana; rojo tomate; rojo langosta…
Me reí por lo bajo
- “Es bastante divertida, mira que estar celosa del senpai por ser amigo del chico que le gusta”
Estuvimos un tiempo mirando como los chicos, o el ejército que era como les llamaba yo, entrenaban. Permanecimos en silencio hasta que note como Kairi cambiaba la expresión de su cara por la que se pone cuando se te viene una idea a la cabeza y espere a que surgiera la típica frase que suele venir después, como un “¡¡Ya lo tengo!!” o algo así. Pero la expresión no llegaba…Igual fueron imaginaciones mías, aunque ella seguía con la misma cara…Aun así, decidí centrarme de nuevo en los entrenamientos.
-¡¡Ya lo tengo!!
¡Dios! Me pego un susto que casi hace que se me saliera el corazón por la boca. Estaba claro que a la mente de Kairi le costaba procesar sus propias ideas
- Van Tussel, ¿saber jugar al tenis?
- “¿Y eso a que viene?”- Ahí la lenta fui yo, si debería haberlo visto venir- Nunca he practicado ningún deporte, pero no tiene pinta de ser difícil, solo hay que darle a la pelota con la raqueta “Como si estuvieras matando moscas” ¿Por qué?- Uuuyyy, aquella sonrisa no me estaba gustando un pelo…

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Tenía pensado utilizar aquel fin de semana para conocer un poco la zona, hacer los deberes de clase o simplemente, para no hacer nada. Nunca se me habría pasado por la cabeza pasarlo comprando todo lo necesario para poder practicar tenis.

Y tanto que aquella sonrisa no me gustaba nada, pero lo que vino a continuación me gusto aun menos.
- ¡¡Vamos a apuntarnos al club de tenis femenino Van Tussel!!
- “¿Vamos? ¿Apuntarnos? ¿Nos?... Espera… ¡¿Yo también?!”- Mi mente acababa de entrar en shock y no daba asimilado aquel “Vamos” ni aquel “nos”…- Esta bien que tu quieras apuntarte si te gusta el tenis pero…
-No me apunto porque me guste el tenis, sino por Choutarou- Eso si que no lo entendía, ¿se estaba apuntando a tenis por un chico?, o al menos, eso pretendía…- ¿No lo entiendes Van Tussel?- Se me debía de notar mucho el “no”- Él practica tenis y si yo practico tenis también… ¡Tengo mas posibilidades de que se fije en mí!
-“¿Y si él se tira de un puente tu iras detrás?” ¿Y por qué tengo que ir yo también?
-Porque no quiero ir sola y además puede que te ligues a algún titular
- “No, gracias ¬¬…”

Menuda forma tuvo de arrastrarme y todo porque que Choutarou se fijara más en ella. Suspire, suspire tanto por lo que acababa de recordar como por lo caras que costaban las raquetas que observaba en aquellos instantes. Ya tenía las zapatillas, la falda, la polera, las pelotas… Solo me faltaba la raqueta. Si todo lo anterior ya me había costado una pasta, la raqueta no se iba a quedar atrás.

-¿En serio te has apuntado al club de tenis?- Aquella cena no acababa nunca. Un bocado y me preguntaba, se paraba a pensar y volvía a empezar: bocado; pregunta; pararse a pensar…
- Si – A esas alturas, había decidido que lo mejor era contestarle con monosílabos, escuetos y fáciles de entender. Pero parecía que en su caso no era así. ¿Tan difícil era de creer lo que le dije? “Me he apuntado al club de tenis”.
- ¿Al club de tenis? – Vale, al parecer si era difícil de creer…
- Ya te he dicho mil veces que si
- Pero… ¿Has practicado alguna vez el tenis?
- No
- … Bien, voy a generalizar la pregunta… ¿Has practicado alguna vez algún deporte?
- No, nunca.
- Y te has apuntado a tenis…
- Es una historia muy larga “No me apetece contar como me arrastro por medio instituto para que al final rellenara la dichosa hoja de inscripción ¬¬” – Chris seguía mirándome como si estuviera viendo un fantasma, aunque no me extrañaba en absoluto.
- Supongo que necesitaras dinero. Aun así… Sigo sin entenderlo…

Entender tampoco lo entendía yo. No entendía que iba a hacer yo en el club de tenis, ni entendía tampoco que narices hacía yo debatiéndome entre dos raquetas porque no sabia cual comprar.
- ¿Van Tussel? –Me giré hacia la voz y allí estaba él, Ohtori Choutarou, aquel que sin comerlo ni beberlo había sido el detonante de que aquella chalada decidiera apuntarse al club de tenis y arrastrarme a mí con ella.
- Ohtori, que sorpresa – Y tanto, la verdad es que no esperaba encontrarme con nadie, y mucho menos con él.
- Pues si… - ¿Me lo parecía a mi o estaba nervioso?, Señalo a una de mis manos- ¿Quieres que te ayude a elegir una raqueta?- Asentí, era mejor que me dejara aconsejar a esperar a que yo misma me decidiera por una. Estaba claro que si lo llego a dejar en mis manos no salía de allí en todo el día.
Al final, gracias a su ayuda, acabe eligiendo una raqueta totalmente blanca, bueno vale, en realidad la escogió él.
- Creo que es la que mejor va contigo- Aquello si que me sorprendió, no entendía como aquella raqueta completamente blanca era la que mejor iba conmigo… ¿Seria como esas cosas de agenciar un color al aura y todo eso? Solo que en versión raquetas…
- “No se yo si no me pegaría más una gris o una negra… debería revisarse esa vista ¬¬”
Decidí dejar aparcado aquel comentario en alguna parte de mi memoria y me dirigí al mostrador para pagar la raqueta, que la verdad, barata precisamente no era, cosa que me hizo teorizar mentalmente sobre porque los ricachones se les iban los ojos (y las manos también) a las cosas caras y en cambio a las personas de a pie se nos da por ir a varios supermercados para comprobar precios y ver donde está más barato, por lo tanto, la compra que se puede hacer toda de un tirón, se acaba haciendo en 20 viajes para comprar 4 cosas mal contadas…
No se que tipo de cara debí poner, pero volví a la Tierra cuando Choutarou posó una de sus manos en mi hombro.
- ¿Estas bien Van Tussel? – Asentí, no era plan el contestarle “Si, pero estaba pensando en lo mal repartido que está el mundo”. Salimos de la tienda, mire mi reloj, aún era temprano para ir a casa, además Chris me había dicho que si podía regresar tarde mejor, que tenia trabajo atrasado y que tenia que centrarse… A mi eso me sonaba un tanto sospechoso…
Mire a mi compañero, él también estaba absorto mirando el reloj.
- Hmm, van Tussel… ¿Tienes algo que hacer?
- Pues no, la verdad es que no tengo que hacer nada en especial, solo tengo que hacer tiempo para ir a casa porque aún es un poco temprano “Fijo que Chris esta “comenzando” a trabajar ¬¬”
- ¿Te apetece ir a tomar algo?- Choutarou estaba completamente rojo y el hecho de que yo lo estuviera viendo con cara de sorprendida no le ayudaba mucho, más bien, todo lo contrario…- Eh… Bueno…
- Claro, ¿Por qué no?- Al menos así el tiempo se me pasaría de otra forma y él pareció alegrarse de una contestación positiva de mi parte.
Durante el camino tuve la constante sensación de que alguien nos observaba pero decidí no darle importancia y así no volverme una paranoica en potencia, que para eso siempre hay tiempo.
Caminamos durante un rato, rato en el que la sensación de que me observaban no desaparecía y así llegamos a un pequeño café. Tenía una gran cristalera y se podía ver el interior que parecía bastante acogedor aunque un poco retro, al menos a mí me gustaba igual. Al lado del ventanal e impreso de forma horizontal en la pared estaba el nombre de aquel café, “Mary´s Cafe”, original donde los haya…
- Aunque es pequeño es acogedor y el ambiente es bastante familiar, yo vengo a menudo.
- ¿Vives cerca de aquí?
- Si, a dos manzanas más o menos
- ¿En serio? “¿Vive en una de esas CASAS?”. Pues yo vivo en los apartamentos que están 4 calles más abajo
- ¿En esos apartamentos?- Aunque intentaba disimularlo, lo cierto es que las dotes interpretativas de Choutarou se podrían calificar como nulas, así que su asombro se le notaba a distancia.
- Si, “Siento que mi primo sea tan agarrado ¬¬” oye ¿entramos o nos quedamos aquí de adorno?
Entramos y nos sentamos en una mesa justo al lado de aquel enorme ventanal. Apenas había gente lo que lo convertía en un sitio ameno y en que sentirse a gusto, eso o que a mi me suelen gustar los sitios poco aglomerados. Poco después de haber tomado asiento se acerco una mujer de unos treinta y pocos, de apariencia bonachona y con una sonrisa agradable dibujada en la cara. Llevaba su melena, de un color rubio oscuro en el que se distinguían algunas mechas de una tonalidad más clara, suelta y con una ligera ondulación en las puntas que le hacía tener una apariencia más fresca y juvenil. Era la única que no llevaba el uniforme, que constaba de un pantalón negro y una camisa roja con el logotipo del café. Así que hice uso de mi lógica aplastante y deduje que debería ser la dueña del local.
Choutarou se pidió un refresco y yo opte por un café. Nos trajeron nuestras consumiciones sin demorarse demasiado, le di un sorbo a mi café y observe como mi acompañante bebía su refresco. La verdad es que no estaba nada mal, físicamente era bastante atractivo, Kairi no tenia mal gusto, eso había que reconocerlo. Me quedé embobada viendo para él y para cuando me di cuenta el pobre estaba colorado… otra vez.
- Lo siento, se me fue el santo al cielo
- No pasa nada…- Claro que no pasaba nada, solo se había puesto colorado por enésima vez, es lo malo que tiene Choutarou, que a causa de su timidez le sacas los colores a la mínima, pero también es parte de su encanto. Pocos minutos después las tornas se cambiaron, ahora era él el que me miraba, o eso intentaba, porque desviaba la vista a la mínima de cambio, se le notaba a la legua que quería preguntarme algo, así que decidí darle yo misma la confianza para hacerlo.
- Puedes preguntarme lo que quieras sin problemas “No muerdo…aún ¬¬”- Tome otro sorbo de mi café y el esbozo una sonrisa.
- No...no sabia que te gustaba el tenis Van Tussel- La verdad es que nunca imagine que empezara a preguntar por ahí, así que supuse que estaba allanando el terreno.
- “Ni yo tampoco…” La verdad es que fue idea de Yanami
- ¿De Kairi?
- “Con que Kairi… interesante” Si, se quiso apuntar y me pidió que lo hiciera yo también, “mas bien me arrastro ¬¬”
- No sabía que le gustase el tenis…
- “Ya, ya, el tenis…¬¬”
- En secundaria nunca practico tenis, creo que ni siquiera le interesaba…
-¿La conoces desde secundaria?- Asintió. La verdad es que eso no me lo esperaba para nada…- “Es una atracción con solera… pero ¡¿En donde me he metido yo?!”
- Esto… Van Tussel, ¿Os…
- Deja de llamarme Van Tussel, llámame Noa, prefiero que me llames así
- ¿Eh? Bueno, vale… Van ¡¡Noa!!
-¡Di-Dime! “¿Por qué grita este?”- El pobre parecía haber hecho un gran esfuerzo por llamarme por mi nombre, porque hasta suspiro…
- ¿Os habéis mudado a Japón por trabajo?
- “¿Os?.. No hay ningún os, por suerte…creo” En realidad he venido yo sola. Estoy viviendo en casa de mi primo…Además dudo que mis padre se hayan enterado…no les dije que me iba… aunque a mi madre algo le había comentado hace años…
-¿Eh?- El último párrafo que le había soltado apenas había sido audible, era cierto que le había dado pie a preguntarme cualquier cosa, pero también era verdad que no me gustaba hablar mucho de mi misma, y menos de mis progenitores.
- Nada… olvídalo- Otra cosa que tiene Choutarou a su favor es que sabe cuando no debe insistir, así que llevo la conversación a temas mas triviales, cosa que le agradecí internamente.
Choutarou se empeño en pagar las consumiciones y en acompañarme a casa, aunque el vivía más cerca que yo y, aunque me negué, me hizo caso omiso y me acompaño igualmente.
Mientras caminábamos por la calle, volví a sentirme observada, aquella sensación me ponía realmente nerviosa…
No tardamos mucho en llegar al cutre complejo de apartamentos en los cuales yo vivía
- Gracias por acompañarme Ohtori
- No hay de que, nos vemos en clases
Empecé a subir las escaleras cuando Choutarou me llamo
- ¡Noa, llámame tu también por mi nombre!
No pude evitar esbozar una sonrisa.

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Seguí subiendo las escaleras y cuando estaba llegando a mi rellano casi tropiezo y me caigo
- Estas escaleras son un peligro público ¬¬
Me dirigí a la puerta de casa y cuando estaba buscando la llave alguien abrió la puerta. Me encontré frente a una mujer de aproximadamente la edad de mi primo, quizás algo más joven, que me miraba sorprendida.
- “He aquí el “trabajo atrasado” de Chris ¬¬”
- … Yo… tengo que irme- La mujer paso al mi lado como un bólido dirección a las escaleras, no se porque me dio la impresión de que la velada no había salido muy bien y que el haberse encontrado conmigo a la salida la había dejado aun más descolocada.
- ¡Oye, ten cuidado con las escaleras que son un peligro! O eso creo… En fin…
Entré en el apartamento y cerré la puerta, me gire y me encontré con mi primo, que tenia la misma expresión que tendría un marido infiel que acaba de ser pillado in fraganti por su esposa.
- Has llegado un poco temprano…
- Ya… temprano…
- Oye, no me mires así que todo esto tiene una su explicación…
- Bien por ti, porque a mi tu vida sexual no me interesa lo más mínimo “Ni que fuera tu mujer ¬¬” Solo espero que pudieras terminar sin problemas tu “trabajo”
- ¿No decías que mi vida sexual no te interesaba?
- Que pervertido eres… yo que te estaba hablando de trabajo…
Me senté en la mesa mientras mi primo se acordaba de toda mi familia por lo bajo, Al poco se vino a hacerme compañía.
- Bueno, ya llevas aquí mas o menos una semana, ¿Qué tal lo llevas?
-¡¿Solo una semana?!
- ¿Tan mal lo estas llevando?
- Hmmm, es que no llevo ni un mes aquí y una loca me ha arrastrado al club de tenis
- Bueno…tú te dejaste llevar…
-Y aun por encima ni siquiera le interesa el tenis, sino uno del club masculino, que además es compañero de clase y para rematarlo el tío es amable hasta decir basta, ¡hasta me eligió el la raqueta!
- Noa, ¿has tomado café?
- Incluso me invito a tomar algo y me acompaño a casa, ¡¡Argg!! Esto es muy complicado
- Como la vida misma
- Y en todo el tiempo que estuve con él note como si me estuvieran observando y para rematar, casi me mato por las escaleras. Esto es increíble…
- …Como la vida misma…
-¿Quieres dejar de repetir lo mismo? Que es, ¿La frase del día o que?
- Noa…
- Dime
- En serio, no insistas en tomar café
-… No salio bien el “trabajo” ¿eh?
-…Sin comentarios
- “Lo sabia ¬¬”


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Por cierto Starian, en el proximo capitulo aparece tu personaje de Haruka, te había pedido permiso hace ya un tiempo, espero que no te importe^^
 
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Kiss_Eiji
view post Posted on 12/8/2007, 03:17




Otro de tus fics que ya había leído, me gusta mucho, siguele pronto n.n
 
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Starian_M
view post Posted on 13/8/2007, 19:34




holas
perdon x la tardanza aki de responder a tu ultimo comentario.

como ya te habia dicho, sientete libre de usar mi personaje kuando kieras; para mi es un honor ^^
 
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Holic
view post Posted on 17/8/2007, 21:34




Bueno pues actualizo con lo que yo denomino capítulo 4^^. Esto creo que no lo habeis leído, a no ser que lo sigais por FF.net, claro xDDD

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El ruido del despertador retumbó por toda la casa, lo apagué lo más rápido que pude, estampándolo contra la pared, acto reflejo al que le daría la clasificación de costumbre, empezando así, el día con energía. Energía que necesitaba a grandes dosis ya que ese mismo día empezaba en el club de tenis.
Cuando me dirigí a la cocina me encontré a mi primo dormido sobre una montaña de papeles. Decidí ignorarlo y me prepare el desayuno. Veinte minutos más tarde Salí por la puerta de casa cargada como una burra. Si ya los libros y las libretas pesaban lo suyo, la bolsa con la raqueta y el resto de la equipación no se quedaba atrás y me estaba empezando a tocar las narices. Si que comenzaba bien el día, y lo que faltaba aún…
El camino hacia la academia me lo tome con calma, supongo que pensé que si llegaba tarde me echarían la bronca en el club y estaría mas cerca de una posible expulsión del mismo. Pero se ve que, mientras pensaba, acelere el paso y llegue sobrada de tiempo…
Me dirigí a los vestuarios. Cuando fui a abrir la puerta me encontré con Kairi que salía ya preparada.
- Buenos días Yanami- Kairi elevó la vista hasta que nuestros ojos se encontraron. De repente, frunció el ceño y, después de clavar una dura y fría mirada en mí, se largó hacia las pistas de tenis con muchos humos- Yo también me alegro de verte ¬¬…
Me cambié con calma, en mi cabeza no paraba de darle vueltas a aquella mirada que Kairi me había lanzado. Estaba dolida por algo, lo intuía y por mucho que rebuscara en los recovecos de mi mente, no encontraba la causa que podía haber desencadenado aquella mirada resentida. Suspire y cerré mi taquilla con furia.
- Esta claro que hoy me levante con el pie izquierdo…
Salí del vestuario en dirección a las canchas de tenis para empezar de una vez por todas, aquel suplicio al que llamaban entrenamiento.
Una vez allí, las novatas nos colocamos en primera fila y recibimos la bienvenida por parte de la capitana, Suzuka Haruka, que nos explico que en aquel “estupendo” primer año en el club nos dedicaríamos a la “magnífica” tarea de recoger pelotas y dar raquetazos al aire para espantar a las moscas de los alrededores. Me dio una alegría tremenda escuchar aquello, tanta que incluso hubiera dado un salto de alegría, pero no lo hice por el impacto que me dio escuchar aquella maravilla de año que me iba a pasar ¬¬.
Después de la bienvenida y de poner a andar a las novatas, por fin empezó el entrenamiento. Intente acercarme a Yanami varias veces para preguntarle que diablos le había hecho y así dejarme de carcomerme por dentro, pero cada vez que intentaba acercarme la tía me ignoraba, así que decidí ignorarla yo también y asunto resuelto.
Mientras desperdiciaba mi tiempo recogiendo pelotas, escuchaba a Sakaki-sensei gritándole al “ejercito” que no estaban poniéndole las ganas suficientes al entrenamiento. Menos mal que no era nuestro entrenador porque si me viera en aquel mismo instante pasando olímpicamente del entrenamiento, me hubiera estado gritando toda la santa mañana… Bueno, Sakaki-sensei también era nuestro entrenador, solo que nos dejaba a nuestro aire y le daba a Haruka plena libertad de hacer y deshacer. En otros circunstancias diría que eso era discriminación, pero la verdad es que no me apetecía tenerlo por allí rondando y dándonos la brasa con el entrenamiento ¬¬…
- Van Tussel, haber si le ponemos más ganas al entrenamiento
- Hago lo que puedo Haruka-senpai “Si supieras el esfuerzo que me supone estas aquí ¬¬”
Pasados 45 minutos de ¿duro? entrenamiento, Haruka-senpai dio por terminado las prácticas del club, dándonos vía libre para ir a los vestuarios a cambiarnos. Cuando entré en el vestuario, Kairi estaba cambiándose justo al lado de mi taquilla. Genial, estaba de morros conmigo por dios sabe que y me tocaba de compañera de taquilla…Tenía el rostro tranquilo y relajado, pero en cuanto me acerqué, volvió a hacer gala de aquella expresión de indignada que tan bien había lucido a primera hora. Aquello me ponía de mala leche, así que me cambié lo más rápido posible para largarme de aquel vestuario en donde la atmósfera era algo más que cargada.
Me dirigí hacia mi clase absorta en mis propios pensamientos, no paraba de darle vueltas a lo que le podía haber molestado y eso que había decidido pasar del asunto, no hay quien me entienda. En todo el fin de semana no había coincidido con ella, tampoco es que hubiera salido mucho de casa… Fui a los recados, saqué la basura, inspeccioné un poco el barrio, fui a tomar algo con…
- Ey, Van Tussel, si vas a entrar en clase hazlo de una vez, obstruyes la entrada – En ese instante volví al planeta Tierra solo para darme cuenta que estaba parada enfrente de la puerta de clase con el pomo en la mano y con uno de mis compañeros atrás protestando por no poder entrar, que a todo esto, yo protestaría por no poder salir pero ¿Por no poder entrar? Joder, que gente más rara ¬¬.- Van Tussel, ¿quieres moverte?
- Si tienes tantas ganas de entrar entra por la otra puerta que está ahí puesta por algo – Mi compañero iba a replicarme pero entre en clase cerrándole la puerta en las narices, por culpa suya había perdido el hilo de lo que estaba pensando.
-“Haber, recapitulando, aparte de no hacer nada, el fin de semana fui a tomar algo con Choutarou. Hm, ahora que recuerdo, no pare de sentir que nos observaban…”- Mientras seguía rayándome la cabeza como solo yo puedo hacerlo, fui dejando las cosas en mi pupitre con una desgana increíble, hasta que, el aludido en mis pensamientos me sacó de ellos, Parece que era el día de no dejarme pensar, ¿Se habían puesto todos de acuerdo o qué? ¬¬.
- Noa, ¿Qué tal el primer día de entrenamiento? – Choutarou se apoyo en su mesa esperando una respuesta, y eso que seguramente había observado lo mucho que me había “esforzado” yo en el dichoso entrenamiento.
- No estuvo mal “total para lo que hice”. Por cierto Choutarou, ¿Tu sabes lo que le –
- ¡¡Traidora!! – Genial, no me dejaban pensar, no me dejaban acabar de hablar. ¿Pero que puñetas le pasaba a esta gente? ¿Y eso de traidora? Me habían llamado muchas cosas, pero lo de traidora era nuevo. Me giré lentamente hacia donde estaba la persona que había dicho aquello para decirle un par de cosas, pero, cuando vi sus ojos anegados de lágrimas no fui capaz de decir nada. Kairi estaba allí, observándonos, mientras las lágrimas se escurrían por sus mejillas. Yo me quedé estática, nunca me hubiera esperado aquello, Choutarou hizo el amago de levantarse, pero no le dio tiempo ya que Kairi salio corriendo del aula. A los pocos segundos, los compañeros que estaban en el aula empezaron a murmurar y a mirarnos a Choutarou y a mí. Genial, ahora éramos la comidilla de todos.
- Noa…creo que deberías ir tras ella…
- “¿Qué? ¿Por qué tengo que ir yo?¬¬”… Voy – Me dirigí sin mucha prisa hacía la puerta, tampoco iba a echar a correr, además aún estaba impactada por todo aquello. Haciendo gala de mi sentido femenino, que para algo lo tenemos, deducí que el único sitio en el que podía haberse metido era en los baños. Es increíble como los baños nos arreglan la vida ¬¬. Y aunque conocía muy poquito a Kairi, la conocía lo suficiente como para saber que estaría metida en los baños del primer piso, donde estaban las aulas de los de segundo aunque no se porque le gustaban esos baños, si eran todos exactamente iguales, así que me metí prisa y subí las escaleras subiendo, pero, para mi desgracia, al girar la esquina al llegar arriba, choqué con alguien y me fui directa al suelo. Estaba claro que no era mi día ¬¬…

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Edited by Holic - 17/8/2007, 23:16
 
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Holic
view post Posted on 31/8/2007, 20:07




Hale, dobleposteo porque yo soy asi de estupenda xDD

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CAPITULO 5

Levante la vista lentamente mientras me frotaba la frente, por como me dolía, juraría que me había dado de bruces contra un muro, aunque muy desencaminada, la verdad, es que no andaba. Frente a mi tenía a una especie de gorila de casi dos metros ataviado con el uniforme del instituto. ¿Aquella mole se suponía que era un alumno japonés? Es más, ¿aquella mole era humana? Yo siempre pensé que los japoneses muy altos no eran, pero parece que aquel gorila era una excepción. Me quede mirándole sorprendida, por su aspecto, bien podría ser el eslabón perdido entre el humano y el mono. Aparte de ser alto de narices, tenía una tonalidad de piel algo oscura y la expresión que tenía en su rostro me daba que pensar. Estaba ahí, observándome, o eso creo, porque en sus diminutos ojos expresaban una mirada totalmente perdida ¿Iría colocado ya de buena mañana? Aunque la verdad, no tenía pinta de estarlo…
- ¿Ah? Deberías tener más cuidado novata, ¿Verdad? Kabaji – Una voz arrogante me saco de mi ensimismamiento, al parecer, había alguien detrás de la mole humana y por su tono de voz, se podía deducir muchas cosas, entre ellas que era un chulo prepotente.
- Si – Eso si que me sorprendió, aquel ser que ni se había inmutado contestó automáticamente a aquella voz, aunque eso no hizo que el tal Kabaji cambiara la expresión de su cara, cada vez estaba cobrando más fuerza mi teoría del eslabón perdido
- Siento haber chocado contigo, Eh… Kabaji-kun “Chocar habré chocado yo, pero también fui la que acabo con el culo en el suelo ¬¬” – Volví a fijar mi mirada en él, esperando una respuesta o algo por su parte, pero el tío seguía ahí… estático…
- Hm – Al lado de apareció la figura de un chico elegante, de cabellos castaños. Poseía, además de una sonrisa bastante arrogante, un lunar situado debajo del ojo derecho – Al que deberías pedirle perdón es a Ore-sama.
- “¿A quien?” ¿Q-Que? – Creo que por causa del golpe me quedé un poco lenta ya que no entendía porque este imbécil con pinta de chulo me “sugería” que debía pedirle perdón a él, no espera, a “Ore-sama”, que era… ¿su alter-ego o algo así?.
- Si Kabaji no se hubiera metido de por medio, habrías chocado con Ore-sama- Y dicho esto se acomodó el flequillo de una forma ¿sofisticada? Por describirlo de alguna forma. Lo que si saqué en claro de todo esto fue que se llamaba a si mismo Ore-sama, increíble pero cierto. Resumiendo, mi primera impresión sobre este semejante sujeto fue que, aparte del mal gusto que tenía llamándose a si mismo de aquella forma, el chaval era un prepotente, un narcisista de cuidado y dueño, al parecer, de una mascota, a la que calificaremos de ser humano, que mediría aproximadamente un metro noventa y que respondía al nombre de Kabaji… - Así que pídeme perdón.
- No “¡¿Pero este tío de que narices va?!” – Si se pensaba que le iba a pedir perdón iba listo. Yo no había chocado contra él, así que no se a que venía su interés en el que pidiera perdón. Nuestras miradas conectaron en una especie de lucha en la que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder.
- ¿Se puede saber que pasa aquí Atobe? – En ese instante dejamos nuestro fuego cruzado de miradas para dirigirlas a nuestro interlocutor el cual, a parte de poseer también un aire arrogante, cosa que debería de estar de moda, porque si no, no lo entiendo, lucía una oscura media melena y su cara estaba adornada por unas finas gafas. Al parecer conocía al Ore-sama este. En ese instante me di cuenta de que, aparte de seguir incomprensiblemente sentada aún en el suelo, nos hallábamos rodeados, en algún momento se había formado un corrillo de alumnos cuchicheando. Mientras seguía viendo sorprendida a todos los que me rodeaban, reconocí una voz.
- Anda, Van Tussel, ¿se puede saber que haces ahí tirada? Valla Atobe, ¿tú también estas aquí?- Al lado del chaval de gafas estaba Haruka-sempai y al instante tanto el chico con gafas como “el Ore-sama” empezaron a hablar con ella.
No se porque, en ese instante una imagen pasó por mi mente haciéndome recordar el porqué había ocurrido todo esto
- “Mierdaa… ¡¡Yanami!! A estas alturas ya debe de haber inundado el baño…”- Me levanté como alma que lleva el diablo y, acercándome a Haruka, apoyé mis manos en sus hombros haciendo que esta diera un respingo a causa del susto - ¡¡ Haruka-sempai!! ¿Has visto a Yanami?
- ¿A… Yanami? – La pobre aún estaba algo sorprendida por mi reacción- La vi dirigiéndose en dirección al baño – Le di las gracias y salí pitando de allí, no solo porque me había olvidado totalmente de mi compañera, sino que estaba deseando perder de vista a aquel corrillo de gente…
Al llegar al baño sonó el timbre que indicaba el comienzo de las clases, genial, entre el sarao del choque y entre que me perdí rumbo al baño ya había llegado la hora de empezar con las clases, pues nada, ya que llegué hasta aquí tendré que hablar con ella.
- Yanami, anda sal de ahí – No hubo respuesta – Yanami, cuando alguien quiere esconderse en el baño no deja el resto de las puertas abiertas, se suele cerrar alguna, para disimular un poco – Me acerqué a la única puerta cerrada y, agarrando el pomo, la abrí – También se suele cerrar por dentro – Kairi estaba sentada en el inodoro con la cabeza agachada y sollozando mientras apretaba los puños encima de la falda.
Joder, nunca se me habían dado bien este tipo de situaciones ¿Qué se supone que debía decirle? Lo mejor sería ir improvisando y haber que pasa.
- ¿Se puede saber porque te pusiste así antes? – Observé como apretaba aún más sus puños apretando así la falda y como los espasmos producidos por lo sollozos aumentaban. Intentó limpiarse las lágrimas frotando sus manos contra sus ojos, aunque el intento estaba siendo en vano, ya que las lágrimas seguían brotando y recorriendo sus mejillas sin descanso.
- Eres una traidora – Su tono de voz era pausado, la verdad es que me sorprendió un poco, pensaba que iba a gritarme hasta reventarme los tímpanos, se ve que me había equivocado – Me hago amiga tuya…Te confieso lo que siento por él, ¿y que haces tú? – ¿Que qué hago yo? Pues la verdad es que eso me pregunto yo también – Te arrimas a él, quedas con él para ir de compras he ir a tomar algo luego ¡¡ Se podría decir que os conocéis de hace dos días!! ¡¡¿Por qué tienes tantas confianzas con él?!! ¡¡¿Sabes acaso lo que me costó a mí acercarme a él?!!
Nos quedamos un par de minutos en silencio y mirándonos. Ella mirándome con cara de odio mientras seguía llorando y yo… yo la miraba tranquilamente, aquella situación parecía sacada de una telenovela barata, de esas que todo el mundo se duerme al mediodía…
- ¿Ya te has desahogado? – Me asintió con un ligero movimiento de cabeza, así que decidí que debería aclararle un par de cosas – En primer lugar, me alegro que me consideres tu amiga pero yo no te he traicionado – Me frunció el ceño, estaba claro que ella no pensaba igual – No fui de compras con él, me lo encontré allí y es cierto que luego fuimos a tomar algo, pero si me hubiera encontrado contigo en lugar de con él también hubiera ido. Solo somos amigos. Si te lo quieres creer o no es cosa tuya
- ¿De verdad no te gusta?
- Ya te lo he dicho, solo somos amigos – Aquel momento se me hacía incómodo, no me gustaba tener que estar justificando mi amistad con Choutarou. De pronto, Yanami se levantó, pasó tranquilamente por mi lado y se dispuso a enjuagarse un poco la cara para intentar borrar las marcas que delataban que había estado llorando, aunque la hinchazón de los ojos la delataría igualmente. Se giró hacia mí y me sonrió
- Vale, a partir de ahora seremos amigas pero a la vez rivales – Genial… ¿rivales en que? Bueno, si ella era feliz así no iba a ser yo la que la convenciera de lo contrario – Será mejor que nos vayamos a clase Noa
- “Vaya por Dios, ahora me llama por mi nombre, hm, que pronto se le ha pasado el disgusto” Claro, vayamos. – Y saliendo de allí nos dirigimos a clase, aunque al llegar nos cayó una tremenda bronca por parte del profesor por llegar a mitad de la clase y nos hecho fuera. Menudo día de mierda…

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Espero que os este gustando^^

 
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Holic
view post Posted on 25/1/2008, 18:24




He Aquí un Nuevo capítulo

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CAPITULO 6

Y lo que me faltaba aun para acabar el día. Aparte de la bronca que recibimos Kairi y yo por parte del profesor por haber llegado tarde, la insistencia por parte de Choutarou por saber como me había ido con Kairi y el incidente ocurrido en las escaleras me dieron la “feliz noticia” de que el entrenamiento de hoy lo haríamos con los titulares del equipo masculino, vamos, que no había nada mejor para acabar la jornada escolar que hacer un entrenamiento conjunto…
Así que, resignada, me dirigí a los vestuarios. Cuanto antes se acabara todo más felices seríamos, al menos yo.
- No se porqué tenemos que tener este entrenamiento conjunto – Me quité la camisa del uniforme y la lancé con furia a la taquilla.
- Pues a mi me parece una idea estupenda, creo que deberíamos tener este tipo de entrenamientos más a menudo – Kairi estaba de lo mas contenta con la idea, en realidad, parecía demasiado contenta.
- Oooh, ya veo… Tu lo que realmente quieres es apreciar mejor el trasero de Choutarou - El ruido que hizo su raqueta al caer me confirmó que había dado en el clavo. Hay que ver lo fácil que es predecir a alguna gente.
- N-no quiero… verle el trasero a Choutarou…
- ¿En serio? – Asintió dubitativa mientras se ponía colorada, si es que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo – Pues yo si que quiero vérselo – Y dicho esto salí del vestuario esbozando una sonrisa dejando atrás a una consternada Kairi.
Me dirigí hacia las pistas acordándome, uno por uno, de todos los familiares de aquel que hubiera tenido semejante estupidez de idea cuando una voz irritante para mis oídos me dio la bienvenida a su manera
- Vaya, así que también estas en el club de tenis, ¿Eh, novata? – Dios, ¿pero porque él? - Así tendrás otra oportunidad de presentar tus disculpas a Ore-sama ¿Verdad Kabaji? - ¿Pero yo que te he hecho Dios? Mira que olvidarme de que este ser de habla pomposa era también del club de tenis…
- Ya te dije antes que no tenía porque pedirte disculpas. Si antes no te las pedí ¿Qué te hace pensar que te las voy a pedir ahora? – Es increíble como este, esta… “el Ore-sama” de las narices me sacaba de quicio solo con abrir la boca. Todos a nuestro alrededor permanecían perplejos y sin decir nada. Solo nos observaban a nosotros, como si se estuviera dando un hecho histórico y yo fuera una de las protagonistas.
- Bien, pues para empezar novata has llegado tarde – Su tono de voz cambio de repente volviéndose bastante severo, al parecer no estaba muy acostumbrado a que alguien le llevara la contraria o no acatara sus ordenes – Has llegado tarde. Así que darás 30 vueltas extra alrededor de la pista
- Atobe-san, creo que no es justo…
- ¿Quieres darlas tu también, Choutarou? – Choutarou bajo la cabeza y susurro un “no” apenas audible, mientras Shishido le daba un par de palmaditas en la espalda.
Busqué a Haruka con la mirada. Cuando la encontré, suspiro, al parecer ya sabia lo que andaba buscando, una explicación de porque me estaba dando ordenes ese ser conocido como Ore-sama.
- En ausencia del entrenador y al ser este un entrenamiento conjunto, Atobe pasa a estar al mando. Tendrás que hacer lo que el diga Noa – Oshitari, que estaba a su lado, se colocaba bien las gafas mientras esbozaba una sonrisa. Estaba claro que aquello a la mayoría le estaba haciendo una gracia tremenda.
Dirigí con rudeza la mirada al que sería ese día mi capitán. Estaba claro que todo aquello no lo hacia porque hubiera llegado tarde, lo hacia por la dichosa estupidez de que le pidiera perdón.
- No he sido la única que ha llegado tarde
- Pero ha sido a ti a la que he mandado dar esas 30 vueltas- Fruncí el ceño, estaba claro que en esta batalla yo había perdido, si seguía abriendo la boca lo único que conseguiría sería engrosar el castigo que me estaba imponiendo. – Pero como veo que te gusta correr, en vez de 30 serán 40. Ya puedes ir empezando.
- Claro… “cabrón”
Empecé a trotar alrededor de las pistas mientras mis compañeros disputaban partidos o hacían entrenamiento básico. Yo era la única que estaba dando vueltas al recinto. Ahí en plan autista. Mientras daba las vueltas, no podía dejar de ver a Atobe. Poco a poco me iba cabreando más y más. Por ver para él, casi beso el suelo en más de una ocasión, pero no dejaba de verle, mientras mi ira crecía descontroladamente. En una de las vueltas, tropecé con una raqueta que estaba cerca de la cesta de las pelotas. Y ya se sabe que la ira te ciega, y yo en ese momento estaba bastante cegada, por eso cogí la raqueta, una pelota y me puse en posición de saque… Y valla si saque. Saque en dirección directa a Atobe… Menos mal que le paso rozando. Aunque nunca debí de haber hecho semejante estupidez. No sabía bien lo que me esperaba por su parte…
Después de la pedazo bronca que me soltó Atobe por casi desgraciarle su “belleza natural” y de las risas que causó el que pudo haber sido el desastre del siglo, logré llegar a los vestuarios, una gran hazaña teniendo en cuenta que al haber estado entrenando con el equipo masculino habíamos tenido espectadores, y como no, allí estaba el club de fans del “Ore-sama” que casi me sacan la piel a tiras.
- ¿¡En que estabas pensando cuando le lanzaste semejante pelotazo directo a su cara?! – Kairi me gritaba directamente en el oído, mientras el resto de mis compañeras reían disimuladamente.
- Pues en que iba a estar pensando Kairi, en partirle la cara, está claro
- Gracias por tu ayuda Haruka…. – La verdad es que ella parecía estar disfrutando de lo lindo de todo aquello, no se que le hacía más gracia, si lo que yo había hecho o a quien se lo había hecho, aunque viéndole la expresión de la cara, juraría que era ambas cosas… - No estaba pensando en nada en particular, además no le estaba apuntando a él “ojala le hubiera partido la cara, por gilipollas. No se porqué me tiene entre ceja y ceja, si hacer, no le hice nada… aún”
- Cualquiera lo diría – Haruka apoyo una mano sobre mi hombro y sonrió – Ha sido un saque estupendo, habría sido más espectacular si le hubieras dado – Risas y miradas de resentimiento inundaron los vestuarios por igual – Para parecer que odias estar en el club eres bastante buena, igual hablo con el entrenador para que te incluya entre las titulares – Me guiño un ojo y salio del vestuario. Si hace un rato me miraban algunas compañeras con odio, ahora me miraban con intenciones asesinas. Kairi debió de notar aquella aura negra que estaba inundando aquel recinto, porque me obligo a espabilar para salir de allí. A esto le llamaba yo hacer amigos, entre unas cosas y otras me estaba cogiendo manía medio instituto…
Salí del vestuario siendo arrastrada por Kairi, pero súbitamente freno en seco, acto que hizo que trastabillara, pero por suerte hice gala de mis reflejos y salve la situación de acabar en el suelo, que parecía que me estaba tentando desde primera hora de la mañana. Ante nosotras se encontraba Choutarou que nos recibía con una sonrisa y junto a él, la pesadilla de Kairi, Shishido. Nos quedamos mirando los unos a otros durante unos segundos.
- Vaya, tenía ganas de conocer a la artífice de la soberana gilipollez que ocurrió durante el entrenamiento
Me quede mirándole durante unos minutos sin saber que decirle. La verdad es que no sabía si tomármelo como un halago o como un insulto. Mejor era tomárselo como un halago…
- Pues gracias hombre, es todo un honor ser halaga por ti… esto… “senpai causante de celos enfermizos” – Le tendí la mano bajo la penetrante mirada de una celosa enfermiza que se hallaba parada a mi lado. El estrecho su mano con la mía mientras esbozaba una media sonrisa.
- Shishido, un placer Van Tussel, eres la primera persona que intenta estamparle una pelota en plena jeta a Atobe.
Esa sería mi cruz para el resto de los días, el ser conocida por ser la que “casi” le estampa una pelota en la cara al rey de los monos…
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Y hasta aquí el capitulo 6
 
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5 replies since 10/8/2007, 21:16   65 views
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