Concurso Fanfics del Ore-sama FC

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Holic
view post Posted on 2/9/2007, 20:11




Bueno, lo primero que debo decir es que me quede abrumada por la cantidad de fics que recibi, aqui os los dejo

SPOILER (click to view)
‘Al límite de la paciencia’


¿Cómo habían podido ser tan sumamente irresponsables?

Se decía cada dos por tres mientras se masajeaba la sien algo desesperado. La tenía sentada en el sofá del gran salón de su mansión. Él no paraba de pasearse por el mismo sin dejar de escapar algunos bufidos.

Paró de repente y volteó a verla. Sus grandes ojos celestes, mirada inocente. Como si no hubiera roto un plato.

Eso es lo que más me repatea de ellos…

¿Qué haría? Él no había tratado nunca con… niños.

Sí, sus padres habían salido con unos amigos… y le habían confiado la hija de los mismos. Sin tan siquiera preguntarle.

‘Procura darle el mejor ejemplo, no querríamos que nos saliera una niña caprichosa’

Y eso que él pensaba dejarla a cargo de las criadas. Mal asunto. Tener que quedarse a cargo de una niña de seis años que muestra siempre, hasta ahora, un rostro tan sumamente inocente que podría pensar que se llevaría de perlas con ella.

La volvió a mirar. Ella encontró la suya, parpadeó varias veces y sonrió muy feliz.

Tal vez no sea tan difícil…

Una idea le vino a la mente. No quería encargarse de ella él solo, cuando iba a dar unos chasquidos para llamar a una doncella, miró a la niña que no apartaba el ojo de él y aclaró su garganta.

Si quieres algo, ve tú mismo… ya.

Se dirigió hacia el teléfono y se dispuso a hacer su llamada.

-Aquí Atobe, llama a los demás, tengo algo interesante-

Mientras discutía el asunto del porqué algunos no podían ir, miraba de vez en cuando a la niña, al principio, la veía que seguía sentada en el sofá como una buena chica. Pero, a su descuido, escuchó unos murmullos de ella y algo tambaleándose, cuando volteó a ver su rostro se tornó azul, repitió rápidamente lo que quería por teléfono y colgó para ir a impedir que un gran jarrón cayese.

Lo atrapó a tiempo, mientras volteaba la cabeza a mirar a la niña y suspiró fastidiado.

-¿Qué pretendías? ¿No puedes quedarte quieta ahí sentada?- Espetó de repente el chico. La niña lo miraba con cara curiosa y, cuando escuchó aquello, comenzó a llorar. –O-oi… No llores-
-¿Pasa algo señorito Atobe?- Preguntó una doncella entrando a la sala al escuchar un ruido.
-No, no. No pasa nada- El timbre sonó y la mujer se retiró para abrir. –Maldita sea- Cogió a la niña de la mano para ir hacia la entrada y recibir la visita.

Se daba un alivio tremendo el hecho de sólo fuera durante aquel día y no por varios más. Sería una tortura, parecía que se iba a comportar, pero en el mínimo descuido ya estaba haciendo caer un gran jarrón de la sala.
La miró de reojo mientras se dirigían a la entrada. La niña aún sollozaba por el grito de antes. ¿Se habrá pasado demasiado? Tal vez sea él el equivocado y no lo hizo adrede.

-¡Atobe!-

El llamado levantó la mirada encontrándose con cuatro de sus compañeros, Oshitari, Shishido, Jiroh y Kabaji.
Jiroh era arrastrado a duras penas por Shishido, por la razón de que estaba… medio dormido.

-¿Ha pasado algo?- Preguntó Oshitari jadeante al correr durante el camino. -¿Qué…?- Paró al instante al fijarse en la pequeña niña que estaba cogida a la mano de Atobe. -¿Qué significa… esto?-
-A eso venía- Colocó a la niña delante de él y sonrió sarcásticamente. –Tenemos que cuidar de esta niña durante lo que queda del día- Sentenció ignorando el cambio en los rostros de Oshitari y Shishido, Kabaji no cambiaba su expresión por nada y Jiroh no estaba al pendiente estando adormilado.

Atobe pestañeó varias veces al ver que dos de sus compañeros daban media vuelta para salir por la puerta.

-Kabaji- Nombró Atobe. –Ya sabes-
-Usu- El chico se puso delante de la puerta impidiéndoles el paso, al ser tan grande, más que ellos, voltearon a ver a Atobe frunciendo el ceño.
-Como decía…- Notó que la supuesta niña ya no estaba cogida a su mano, miró a todos lados y escuchó su diminuta voz que, al parecer, se había acercado a cierto joven castaño somnoliento. -¿Qué ocurre…?- No siguió al notar que le faltaba un dato. El nombre de la niña. -¿Cómo te llamas?-

Yuushi ajustó sus lentes, mandó una leve mirada a Shishido para luego posarla nuevamente en Atobe.

-¿No sabías ni el nombre de la niña?- Preguntó desconcertado el peliazul.
-No se me ocurrió en preguntar. Me la habían dejado esta misma mañana, que se fueron rápidamente sin dejar que opinara algo al respecto- Keigo se masajeó la sien y suspiró.

Tengo la impresión que será el día más largo de mi vida…

-Masami-

Voltearon hacia la niña, la cual hablaba muy animadamente con Jiroh, él se había espabilado y le acariciaba la cabeza.

-¡Atobe, qué niña más mona!- Exclamó el chico, Masami se aferró a la ropa del mismo y miró con miedo a Atobe. -¿Qué ocurre?-
-Ese señor es malo… Me da miedo- Aclaró la pequeña haciendo un puchero.

Oshitari y Shishido notaron que a Atobe se le ensombreció el rostro.

-Le dolió que le llamaran ‘Señor’…- Susurró Shishido. –Le va a resultar difícil tratar con esta niña-
-No si intenta simpatizar con ella dejando su arrogancia a un lado- Prosiguió el peliazul.

El estómago de Jiroh rugió, colocó una mano tras su nuca y sonrió disculpándose por el acto. Masami lo cogió de la mano riendo.

-No te preocupes Jiroh-niichan- Le sonrió. –Vamos que te hagan algo para comer-

Tic en el ojo izquierdo de Atobe.

Se supone que ésta es mi casa…

-Un segundo, no es hora de comer, tendrían que esperar a que esté lista- Masami sintió que la miraba enfadado y se aferró mucho más a Jiroh, el cual acabó cogiendo en brazos.
-Atobe, asustas a la pobre niña…- Keigo se acercó a ellos y miró a Masami.
-Aquí no están tus padres, así que intenta ser buena chica hasta que ellos vuelvan- Se sorprendió al notar que ella le señalaba algo en la cara. -¿Qué… ocurre?-
-Tienes un grano muy feo-

Oshitari tuvo que aguantarse la risa al escuchar aquello, Shishido carraspeó disimulándolo. Keigo abrió mucho sus ojos y se puso bastante nervioso, corrió rápidamente en busca de algún espejo, los demás lo siguieron.

¿Un grano? ¡¿Dónde?!

Se decía Atobe horrorizado buscándolo en su tan perfecto rostro. Al llegar los demás a la habitación, él volteó fastidiado hacia la niña.

-¿¡Dónde demonios ves un grano?!- Masami indicó que se acercara, aunque temerosa por su expresión de enfado.

Posó su pequeño dedo índice bajo el ojo derecho del chico y éste volvió a mirarse al espejo.

El silencio se hizo presente durante unos segundos.

-¡Es un lunar! ¡Un pequeño y precioso lunar!- Gritó exasperado Atobe, harto de las impertinencias de la niña.
-Atobe, no seas así…-

Ahora voltearon viendo como la niña se intentaba hacer con la gorra de Shishido.

Mira que no se está quieta.

Ahora era el estómago de ella era el que rugía y él sonrió de manera arrogante.

-Vayamos a comer, veo que más de uno tendrá hambre- Masami apartó la mirada de él, como negando que no quiere ir.
-Vas a comer Masami- Ella seguía negando. –Kabaji- El chico asintió ante el llamado de Atobe y cargó a la niña de los brazos de Jiroh hacia la cocina, aunque ella pataleaba.

Se sentaron en la gran mesa del comedor, Masami aún seguía negando y más al haberla sentado al lado de Atobe.

-Vas a comer- Negó con la cabeza. –Comerás porque lo digo yo- Negó nuevamente y Atobe se enfadaba aún más. Perderá toda la paciencia con ella. -¿Comerás algo si pides lo que quieres comer?-

Ella lo miró y asintió lentamente con la cabeza. Él le preguntó qué quería y ella se lo susurró al oído.
Seguidamente llamó a una doncella y mandó lo que la niña pedía.

Si tan seguro estaba de que así estaría satisfecha, lo tenía crudo. A los minutos trajeron la comida de todos incluyendo el de la pequeña. Ella probó y apartó el plato frunciendo el ceño.

-No me gusta-

Atobe se humedeció el labio.

Si no le gusta, por qué lo pide…

-A ver…-

‘Sé amable con ella si quieres tener buenas críticas cuando vengan sus padres’

-Demonios…- Se pasó una mano por el pelo suspirando y la miró. -¿Quieres alguna otra cosa…?-

Masami volvió a decirle en su oído y él, disimulando su notorio enfado, lo hizo ordenar a una de las doncellas.

-¿Qué pasa con el plato de Masami-chan?- Preguntó Jiroh, Atobe miró a Kabaji y éste asintió cogiendo el plato y colocándolo a su lado para luego tener pensamiento de comérselo. –Con Kabaji nunca se desperdicia la comida-

Cuando trajeron el otro plato, Atobe la estuvo observando de reojo, rezando por que ese si le guste, pero al parecer su mala suerte le acompaña.

Ella negó con la cabeza.

Atobe golpeó levemente la mesa e intentó mostrar aunque sea una pequeña sonrisa.

-A ver…- Cerró unos segundos los ojos como queriendo tranquilizarse, pero al abrirlos todos observaron que no fue así. -¿Qué coño quieres entonces?- Preguntó bastante enfadado.

Ella se sintió algo intimidada, y de manera temblorosa levantó su dedo señalando el plato. El de Atobe.

-¿El mío?-

Si quería eso podría haberlo dicho desde el principio. Es como si le gustara joderme la vida.

Ella asintió levemente con la cabeza. Suspiró resignado e intercambió los platos, él comenzó a comerse el plato de Masami, y ella comía felizmente el de él.

-Todos teníamos el mismo plato y eligió el de él- Murmuró Shishido mirando a Oshitari, él le asintió.
-Es caprichosa un rato- Respondió comiendo de su plato.

Podría haber sido un día perfecto para llevarla a algún sitio para distraerla, todo fuera si el día no hubiera empeorado las cosas. Había comenzado a llover y eso le retenía para hacer varias cosas.

Pensó que niñas como ella deberían de dormir la siesta, así que le ofreció una habitación de las mucha que tenía para que durmiera. Pero Masami hacía empeorar las cosas, accedió en quedarse en la habitación, pero lo peor es que Atobe le advirtió que si necesitaba algo, que le llamara con una pequeña campana.

A la primera llamada acudió rápidamente, que sólo tardó menos de diez minutos en agitar la campanita.

-Sólo probaba a ver si surgía efecto-

Fue lo que contestó y Atobe abandonó la habitación aguantando su mal humor.

Se dirigió al gran salón donde estaban todos y se sentó en el sofá hastiado, echando la cabeza hacia atrás mientras suspiraba.

-Se te ve… agotado, Atobe- Comentó Yuushi con un pequeño libro en sus manos. -¿Qué quería?- Keigo hizo una seña con la mano, sin levantar la cabeza, que dejara pasar el hecho. Ya se imaginó que para nada interesante.
-Sólo espero que se duerma de una maldita vez y deje que me relaje unas horas- Levantó un poco la cabeza posándola en ellos y arqueó una ceja. –Os llamé para que me echarais una mano, pero parece que en vez de eso disfrutáis del momento-
-Para nada Atobe- Negó Oshitari. –En realidad sí- Se dijo a sí mismo volviendo con su libro.
-Así que sólo durante este día…- Intervino Shishido. –Cuando ella acabe su siesta… ¿qué harás?-
-Tendré que buscarle alguna distracción- Dijo mirando el techo, cuando notó algo posarse en su hombro intentó echarlo a un lado con molestia. -¡Oi, Jiroh!-
-Siempre igual…- Shishido ladeó la cabeza.

En ese momento, pararon de repente al escuchar un leve sonido que hizo fruncir el ceño a Atobe. Empujó a mala gana a Jiroh al otro lado que cayó al suelo, aunque ni se enteró y seguía durmiendo plácidamente.

-Parece ser que no te dejará en paz-
-Iré a ver qué rayos quiere- Dijo Atobe bastante molesto.

Subió las muchas escaleras para el segundo piso e ir a la dicha habitación, al abrir la puerta de la misma, se asomó y preguntó qué quería.

-Es que no puedo dormir- Comentó estando sentada en la cama. –A mí me contaban un cuento antes de ir a dormir, porque sino, no me duermo-

Atobe se rascó la cabeza tranquilizándose, sólo era un cuento, buscaría uno bien corto, se lo leería y se dormiría de una puñetera vez. Cuando al fin cogió uno, se sentó a un lado de la cama, haciendo que ella se recostase nuevamente para escucharle.

-¿Cuál es?- Preguntó Masami.
-Los tres cerditos- La niña cogió el libro y se lo apartó. -¿Qué ocurre?-
-No me gusta, es un cuento para niños. Quién se cree que unos cerditos sepan construir casas, encima una de ladrillos. Además de que el lobo sople a todo pulmón haciéndolas caer- Atobe parpadeó ante su comentario.
-La de ladrillos no-
-Faltaría más si lograse tirarla- Respondió. –Pero qué me dices que los personajes tenga ropa, como personas. Que son animales-
-Son cuentos infantiles, para niños. Y tú, eres una niña- Ella negó con la cabeza. –Tienes seis años…-
-¿Y qué con eso? A mí esos cuentos me parecen absurdos. Irreales- Atobe estaba al límite de su paciencia.
-Y bien… ¿La sirenita?-
-¿Cuál sirenita? ¿El cuento o la verdadera historia?- Al ver que Atobe arqueaba una ceja interrogativo prosiguió. –Sí, sí. No todas las historias acaban felizmente, el cuento que sacaron del libro acaba bastante bien, la sirenita pierde la voz a cambio de dos piernas y tiene que enamorar al príncipe en tres días, la cual consigue hacerlo antes de que el dicho príncipe se case con otra…- Empezó a juguetear con el cuento mientras explicaba. –Pero, en realidad, no consigue hacerlo. La sirenita podría salvarse si mataba al príncipe, pero, vio que lo quería muchísimo y acabó convirtiéndose en burbujas- Se acomodó en la cama quedando nuevamente sentada. –Así, todo trágico- Sonrió.

¿Y ésta tiene seis años…?

-Había escuchado esa historia. Pero para niñas como tú, le van cuentos de hadas- Le quitó el libro y lo dejó en su sitio. -¿Qué quieres entonces?-
-No quiero, déjalo. No tengo sueño-

Atobe volvió a pasarse la mano por el pelo exasperado, se humedeció el labio y volteó a verla con una fingida sonrisa.

-Bien, pues bajemos con los demás a ver qué quieres-

Aquella niña inocente de seis años acabó siendo alguien bastante astuto y que sabía más que otros. Una niña precoz.

Al bajar, después de varios ejemplos de qué hacer optaron por jugar a las cartas. Atobe agradeció que ella si supiera jugar y que le gustase.

Aunque todos acabaron perdiendo y ella siendo la ganadora.

Esta niña no es nada normal…

Entrada casi las ocho, debido a la fuerte lluvia que no paraba decidieron pasar el rato viendo alguna película. Tuvieron algunos problemas al elegir, ya que algunos querían de diferentes tipos y Oshitari, la quería romántica. Entre tantas elegidas, Atobe pidió a Masami que eligiera una de todas aquellas y, sorprendentemente, eligió la de Jiroh, una de terror, si es que se le podría llamar así.

A media película, los únicos que seguían muy despiertos eran Kabaji y, aunque fuera extraño, Jiroh. Atobe tenía los ojos entrecerrados, estaban en una gran habitación a oscuras que tan sólo les iluminaba la televisión y las posibles tormentas que se mostraban por la ventana.

Esto no hay quien se lo trague…

A pocos minutos quedó totalmente dormido, y antes de cerrar sus ojos podía notar que no era el único.

Al acabar la película, escucharon un ruido de llaves, los padres de Atobe llegaron junto con los de Masami.
Oshitari zarandeó a Shishido y avisó a Jiroh para marcharse. Sabían que Kabaji se quedaría. Se despidieron educadamente de los mayores y se largaron.

Los padres se acercaron a la habitación y en el sofá encontraron a Atobe sumamente dormido junto con Masami, que apoyaba su cabeza en él.

-Vaya, parece que se llevan bien- Rió la señora Atobe. La siguiente mujer se acercó y cogió cuidadosamente a su hija y se fue a la salida mientras se despedía de ellos. –Ahora vuelvo Kabaji-
-Usu-

El ruido de la puerta hizo despertar a Keigo. Abrió sus ojos perezosamente y miró a su alrededor, solo encontrándose con Kabaji. Al escuchar unos murmullos provenientes del piso de abajo supuso que habían llegado y se llevarían a Masami.

Se levantó y avisó que iría un momento al baño. Por el camino iba pensando que después de todo no era tan mal niña, o eso pensaba. Una buena experiencia.
Encendió las luces, y dio de golpe con el espejo frente a él. Abrió sus ojos sorpresivamente y su rostro empalideció.

-¿¡Pero qué coño…!?-

Acercó más su rostro al espejo para ver mejor, por si no estaba alucinando. Marcas de un rotulador negro se encontraban en su rostro, formando un gran bigote y pronunciadas pestañas bajo sus ojos.

¿¡Agradable?! ¿¡Esa cría!?

¡¡NUNCA!!

Ahí llegó a su límite de la paciencia y gritó a todo pulmón que nunca más llegaría a hacerse cargo de una cría.


SPOILER (click to view)
¡¡¡Felicidades Karupin!!! Eres la ganadora^^ y todo gracias a la dejadez del resto de miembros del Fan Club :XD: :XD:
 
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*:Sakura:*
view post Posted on 2/9/2007, 20:20




Felicidades Karupin!!!! :@012: xDDDDDDDD

Si veias que nadie te lo entregaba podias alargar la fecha...yo es lo que pensaba hacer con el concurso de fuji cuando veia que se acercaba la fecha y no recibia ninguno :laugh:
 
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Holic
view post Posted on 2/9/2007, 20:25




Pero si el club esta de capa caida....que depresión T.T. Nada, tuvieron tiempo, desde el día 17 hasta el 1 de septiembre aun hay dias por ahi xDD
 
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Karupin
view post Posted on 2/9/2007, 21:00




xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD!!

Oh qué suerte :shifty: xDDDD Me siento como en aquel capítulo en que Fuji fue el único que practicó aquel deporte :XD: no recuerdo cual era...

Qué me gané? una cita con el gran Ore-sama?? :XD:
 
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Holic
view post Posted on 2/9/2007, 21:02




QUOTE (Karupin @ 2/9/2007, 22:00)
Qué me gané? una cita con el gran Ore-sama?? :XD:

Eso nunca xDDDD. Pues por haber cedido parte de tu tiempo en hacer el fic y presentarlo, puedes elegir un regalo que yo pueda hacer xDD
 
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Karupin
view post Posted on 3/9/2007, 12:14




Vaya hombre, al menos se intentó :XD:

Me pido un ava de Sakuno *.* como fue algo inesperado, algo peke y simple XD no quiero aprovecharme xDD viva tus gráficos *.*
 
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Holic
view post Posted on 3/9/2007, 15:18




Vale, pues aquí tienes tu premio^^

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Hice dos porque no estaba muy convencida del resultado xDD. Espero que te gusten y si lo quieres más pequeño solo dilo^^
 
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Karupin
view post Posted on 3/9/2007, 15:26




*________*!! Yaay! los dos son geniales! Y no importa el tamaño! Lo quería así :XD:

Thank youuu! *.*!! Ahora mismo me pongo uno~!

*Se va feliz a ponerse el ava~*
 
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Syu-chan
view post Posted on 7/11/2007, 22:20




Jajaja!!!
Ke fic mas divertido!
Pobre Atobe!
Tener ke soportar a una niñita superdotada y caprichosa!

Realmente muy, muy bueno!
Felicidades!
 
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taty-sanada
view post Posted on 17/11/2007, 00:05




Me he reido mucho con el fic, claro por que no me pasaba a mi si no a otro jajajaja, con el hijo de mi amiga pasa igual hasta comidas diferentes para que el puñetero se coma algo, entran ganas de tirarlo por el balcn en mas de una ocasión. :XD: :XD:
 
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9 replies since 2/9/2007, 20:11   77 views
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